Santiago, 10 de mayo de 2009.- El diputado socialista Marco Enríquez-Ominami ocupa por estos días la escena política chilena con el creciente y sorpresivo apoyo que ha recibido su candidatura presidencial, la cual suscita más del 10 por ciento de las adhesiones.
Con estilo mediático, locuaz y desgarbado propio de los audaces, este filósofo y cineasta educado en Francia ha llamado la atención de miles de jóvenes chilenos que reclaman por una renovación de la política nacional y que observan a Enríquez-Ominami como una posible alternativa.
Hasta hace un mes, la contienda presidencial chilena estaba centrada en el candidato de la gobernante Concertación, Eduardo Frei, quien ya fue mandatario de Chile entre 1994 y 2000 y, con varios escándalos a cuestas, como es el caso de la compra de "aviones Mirage" y, el aspirante de la centro-derechista Alianza por Chile, el exitoso empresario y ex senador Sebastián Piñera.
Ambos candidatos , Frei R-T y Sebastián Piñera llevan cuando menos dos décadas en el primer plano de la política nacional, marchan a la cabeza en las encuestas de intención del voto, con Piñera como favorito en todos los sondeos, algunos consideran que la aparición del socialista Enríquez-Ominami podría haber más de alguna sorpresa, esto especialmente en lo que concierne al candidato de la Concertación Eduardo Fre R-T.
Enríquez-Ominami, hijo del terrorista guerrillero del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, muerto en 1974 durante el gobierno militar que encabezo el ex-presidente Augusto Pinochet, apareció entonces con su candidatura presidencial y comenzó a remecer el escenario concertacionista y de otros sectores de la izquierda.
Marco, como llaman los chilenos a este político de 38 años, en una actitud díscola (como se refieren los dirigentes de la Concertación ), se postuló sin el consentimiento, e incluso en contra, de su partido, el Socialista (PS), y comenzó a aparecer en todos los programas de televisión, diarios y revistas que requirieron su presencia.
Siempre de traje oscuro y con la corbata desanudada, fustiga a los políticos tradicionales, promete una nueva forma de hacer política, aunque existen dudas respecto a esto ya que todavía estan por aclararse acusaciones que existen acerca de la legitimidad en cuanto a obtener correctamente el puesto de diputado, apoya el aborto y los matrimonios homosexuales y propone estudiar la legalización de la marihuana.
El discurso novedoso y contestatario de este integrante de la renovada y aburguesada izquierda chilena y la razón de ser, le viene de su padre terrorista-guerrillero; de su padrastro, el senador socialista Carlos Ominami también ligado en su juventud al terrorismo, y de su madre, la periodista Manuela Gumucio- llaga a muchos desencantados de la política y la corrupción al interior de la Concertación que gobierna.
Además, su candidatura comenzó a recibir el respaldo público de ciertos conocidos chilenos, como el diputado y actor Alvaro Escobar, el empresario Rodrigo Danús, el periodista Julio César Rodríguez y el conductor de radio y televisión Nicolás Larraín.
Enríquez-Ominami está casado con la presentadora de televisión Karen Doggenweiler, con quien tiene dos hijas.
La encuesta Time de esta semana ubicó a Piñera con 38 por ciento de las preferencias del voto para los comicios presidenciales de diciembre próximo, seguido de Frei (27 por ciento), y Enríquez- Ominami con 14 por ciento.
El diputado ha echado mano de herramientas de última generación, como Facebook, Youtube, Twitter y múltiples blogs, y cuenta entre sus apoyos al empresario Max Marambio ex guarda espalda de Allende y que declara haber hecho fortuna en Cuba con la fabricación de paté de ganso(¿?) , un millonario con helicóptero propio y nexos cercanos con las altas esferas del país, y en los círculos castrista.
El diputado Marco Enríquez-Ominami Gumucio,esta semana renunció al PS y siguió capitalizando la atención mediática. A diario está presente en los espacios radiofónicos, en la televisión, en la prensa escrita y, desde luego, en la web.
Es muy temprano aún para determinar si la inesperada candidatura de este peculiar candidato de la izquierda puede crecer, estancarse o regresar a los tres puntos de intención del voto que marcaba hace apenas un mes.
Por lo pronto tiene ante sí el desafío de reunir unas 40 mil firmas cada una de ellas protocolizada ante notario- para inscribir su candidatura independiente ante la autoridad electoral.
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